ROBLE VIEJO El ROBLEDAL
(Homenaje al Viejo Robledal de Etxabarri)
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Robledal del monte arriba,
Inmutable a vientos y huracanes,
Testigo de generaciones,
De tormentas y tempestades,
Paraíso de rapaces,
De aguiluchos y gavilanes,
De ardillas y roedores,
de enjambres, nidos y oquedades.
Fue soporte de equilibrio,
Nutriente de pobladores,
Paraíso de reposo,
De armonía y de colores.
Se extendían por el bosque,
Entre plantas y animales,
Entre riscos y pedruscos,
Afianzando su linaje.
¿Quién no vibró en las mañanas,
Con el canto de mirlos y ruiseñores?
¿Quién no gozó en la noche tranquila,
Del ronroneo de los búhos y lirones?
¿Quién no contempló sobre la nieve,
Las huellas de la liebre y los tejones?
Nuestro viejo robledal,
Mostraba su porte fuerte,
Sin quejarse de su vida,
Sin tener miedo a la muerte.
Tenían grueso su tronco,
Controlaban sol y sombras,
Atrapaban los senderos,
Con raíces y con hojas.
Milenarios, centenarios,
Robles de longevidad,
Dueños del frondoso bosque,
Caídos, sin desertar,
Sin dejarnos su legado,
Para la posteridad.
Generaciones futuras,
No los podrán disfrutar,
Pero sabrán que habitó:
“Roble viejo el robledal”.
Alberto
