Carta de una emigrante hispana.
Una
emigrante escribe a su madre.
Querida
mamá: Quiero que sepa que le extraño mucho. Aunque estamos lejos en la
distancia, yo le llevo siempre en mi corazón. Ya sabe que aquí abunda la plata y
hay que aprovechar los momentos. Me he comprado ya un carro y viajo -de acá
para allá-. Se que le gustará a vos, lo que le voy a decir: -El
otro día tuve una experiencia religiosa muy buena, y se la cuento, para que
disfrute compartiéndola conmigo.
Fui a -Librería Cristiana- y allí encontré
una spot para el carro, que decía:
comparte tu “coche” (carro), sus sonidos, tu misma, con los demás
hermanos, únete a ellos, si amas a Dios.
Como
había tenido un día muy malo, decidí comprarlo y pegarlo en el parachoques de
mi carro. Al salir conduciendo, llegué a un cruce de “dos”. La temperatura
exterior era sobre 37 grados - ¡¡¡Me achicharraba.!!!; y era la hora de salida
de las oficinas. Allí me quedé parada porque el semáforo, creo que estaba en
rojo, pensando en el Señor y en todas las cosas buenas que nos ha dado.
Descubrí que al igual que yo, muchos otros, aman al Señor, porque
inmediatamente comenzaron a sonar las bocinas. La persona que estaba detrás de
mí carro, era sin duda muy religiosa, ya que tocaba la bocina sin parar y hasta
gritaba.
Dirigidos por él,
todos hacían sonar la bocina. Yo les sonreí y los saludaba con la mano, a
través de la ventanilla. Creo que es un país muy lindo y religioso.
Vi
que otro muchacho, me saludaba de una manera muy particular, levantando sólo el
dedo medio de la mano. Me imaginé lógicamente, que era el clásico -saludo
hawaiano- de buena suerte. Entonces yo saqué mi mano por la ventana y saludé a
todos de la misma manera.
Dos hombres de un coche cercano, se bajaron inmediatamente y comenzaron a caminar hacia mi coche. Supongo que para saludarme y desearme buena suerte. Pero en ese momento, fue cuando me giré y vi que la luz estaba verde y casi cambiando y no pude detenerme más; pero pude saludar nuevamente, con el signo hawaiano cariñoso aprendido, a todos mis hermanos y hermanas, y pasé el semáforo.
Después de cruzar, noté que el único carro
que había podido pasar, era el mío, ya que la luz, volvió a ponerse en roja, y me sentí triste,
de dejarlos allí, después de todo el amor que habíamos compartido. Por lo
tanto, paré el coche, me bajé, saludé a todos con el signo hawaiano, por última
vez y me fui. Es un pueblo muy, pero que muy lindo. Ruego a Dios, por todos
esos buenos hombres y mujeres. Ahorita vivo feliz. Por Navidades, estaré con
ustedes, platicaremos y disfrutaremos
con la plata que espero conseguir. Besos.
Su hija Daniela
Exiliado
compartiendo piso
-Lo que
más me fastidia de barrer, es esa rayita de mierda, que es imposible subirla al
recogedor. Barres hacia un lado, barres hacia el otro, pero no hay forma,
siempre permanece la puta rayita de polvo en el suelo. Lo que correspondería
hacer con “esa rayita”, es meterla debajo de la alfombra y ¡sanseacabó!, pero
lo que hago es abrir la habitación de alguno de mis compañeros y de un
escobazo, meto la mierda para adentro y que les jodan, ya que no limpian, al
menos que se traguen la mierda que ensucian. Y es que he tenido que barrer,
porque la situación en el piso, es cada vez más insostenible. Por el pasillo,
pasean pelusas tan grandes, como los hierbajos resecos, que ruedan por las
llanuras de las películas del oeste. La cocina apesta, a perro muerto y desde
hace unos días, habitan unas moscardas, que parecen murciélagos.
Aquí ya no se puede vivir. Si viniese un inspector de sanidad y viese en qué condiciones vivimos, se moriría de un infarto; y luego, ni os cuento lo del grandullón ese, que estudia no sé qué, del espacio ambiental, y me deja en un vaso, un día una araña, otro día un sapo… me da un asco…y si protestas, te dice que es para el trabajo en clase. Estoy hasta los mismísimos cojones, coño; tengo ganas de hacer una vida normal, con coche, mujer, hijos e hipoteca…
Yo le diría: -Desde luego, te expresas, macho, como los ángeles. Tú tranquilo, no te “sulfures”, ni por la mierda, perros muertos, arañas, sapos, ni por la hipoteca, y olvídate de esa “puta rayta”, que dice mi psicólogo, que si piensas siempre en positivo, no hay nada que te pueda amargar. Si tú piensas que no tienes hipoteca, ¡pues nada, ¡no la tieeenes, coleeega…!.
Nieto ilustrado enseña a
hablar a su abuelo
A
mi abuelo todo le paice bien.
Mi
abuelo es poco aldeano, y como ya es mayor y muy de pueblo, a veces -no dice
bien las palabras- ; yo le suelo corregir y me río mucho, porque además él es
muy gracioso, pero a él todo le paice bien.
Es cierto que madruga muchísimo, pero
también se echa siestas de orinal. El pobre con su dichosa turtículis, no puede
mover el cuello y anda mal de riego, porque tiene arterioscleritis. Yo si
tuviese un auto tocarrera, lo subiría a la montaña, porque siempre está en los
sofanes y eso no es bueno. No sé, lo veo también algo triste y desvarido por la
edad, va perdiendo la memoria, se olvida de tomar las cláusulas y tengo que decirle las cosas cienes de
veces. Es muy espléndido.
Le gusta el fúrbol, los relojes de bolsillo,
pero no le agradan los relojes genitales; eso sí, tiene que comer cosas flojas,
porque si no las gomita. El otro día tomó nada más una almóndiga y le tuve que
dar una toballa, porque no le dio ni tiempo para ir al váter.
Yo
le acompaño siempre que puedo: Un día estábamos en la huerta, cayó una buena
trompa de agua, estropeó los frutos de la huerta y mi abuelo se puso como un
asterisco, pero yo lo calmé enseguida y la verdad que nunca funde el pánico
estando yo con él.
Pero
por qué ?
1 ¿Por qué cuando nos
reímos usamos solamente vocales o a lo sumo la j ? Prueba a reírte con consonantes y lo
entenderás.
2 ¿Por qué se dice
"trabajan como negros", si los negros por lo general no tienen
trabajo y no nos pueden dar ejemplo?.
3 ¿Por qué cuando una
cosa es buena se dice que es cojonuda, y cuando es mala se dice que es un
coñazo?.
4 ¿Por que hay gente que despierta a otros para preguntar si estaban durmiendo?.
5 ¿Porqué dormimos como
troncos y no como maderos por ejemplo?
6 ¿Por qué se llora como
una magdalena y no como un bizcocho o una rosquilla?.
7 ¿Por qué algunos se quieren agarrar a un
clavo ardiendo, cuando pueden hacerlo a una cuerda o bastón…? ¿Por qué?.
8 ¿Por qué se dice que los niños nacen con un pan bajo el brazo y no se completa también con salchichas o jamón..?.
9 ¿Por qué dicen a veces “me lo dijo un pajarito”, si los pájaros nunca hablan?.
10 ¿Por qué si uno “se
agarra una turca”, tiene que estar borracho y no pasándoselo bien con la
turca…?
No lo entiendo...
INGENIO
1 Dos beduinos se encuentran en el desierto, se saludan y entablan la siguiente conversación:- Si me regalas veinte camellos tendré el doble que tú. El otro le contesta: - Regálame tú cincuenta y cinco y así tendremos los dos el mismo número de camellos. ¿Cuántos camellos tiene cada beduino?
2 Tres amigos, Adrián, Blas y Carlos, suman 103 años entre los tres. Adrián es cuatro años menor que Blas y a su vez Blas es cinco años menor que Carlos. ¿Cuántos años tiene cada uno?
3 La compra de Cristina. Ha ido Cristina a la
boutique de los grandes almacenes, para gastarse totalmente 500 euros en
comprar pantalones, camisetas y pañuelos. Al llegar se encuentra que los
pantalones le cuestan a 25 euros cada uno, las camisetas tienen un precio de 5
euros por unidad, y los pañuelos se venden a cuatro por un euro. Cristina pensó
durante un momento, cómo cuadrar la cuenta y dijo: "ya sé las unidades de
cada tipo de prenda que voy a comprar". ¿Qué compró Cristina?. ¡Arréglatelas, tío y si no te cuadro...!