1 Tengo un gallo que salta del coro al caño,
del caño al coro, del coro al caño,
del caño al coro,
2 Cómo quieres que te quiera,
Si el que quiero que me quiera,
No me quiere, como quiero que me quiera.
3. El cielo está emborregado,
¿quién
lo desemborregará?,
El
desmborregador,
Que
lo desemborregue,
Buen
desemborregador será.
4. El cielo está enladrillado,
¿quién
lo desenladrillará,
El
desenladrillador, que lo desenladrille,
Buen desenladrillador será.
No tiene rabo,
Porque Ramón
Ramírez,
Se lo ha cortado.
6. María chucena su techo techaba,
Un techedor que
atento miraba,
Le dijo: “¿Qué
haces María Chucena,
Techas tu choza o
techas la ajena?”
No techo mi choza,
Ni techo la ajena,
Techo la choza,
De María Chucena.
7. El cielo está entablicuñiquiñado, quién lo
desentablicuñiquiñará, el desentablicuñiquiñador que lo desentablicuñiquiñe, buen desentablicuñiquiñador será.
8. Poco a poco, Paco empaca, las pocas copas, que Paca
saca.
9. Corazón de chirichispa y ojos de chirichispé: tú
que me enchirichispaste, hoy desenchirichíspame, que si no me desenchirichispas,
enchirichispado me quedaré.
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Tiburcio realista
¡Qué fácil es ser santo!.
Tiburcio,
tenía un concepto muy especial sobre la santidad. Siempre que veía una estatua
de algún santo, “de medio cuerpo”, decía con gracia: “Santo de medio cuerpo
parriba, paiso, ya pueydo yo…; “lo difícil es, serlo de medio cuerpo “pabajo….”