PRIMERA PARTE. COSTUMBRES DE LOS AÑOS 1930, VIVIDOS POR UN VECINO

PRIMERA PARTE 

Las costumbres de la niñez y juventud eran muy distintas a las de ahora (2008). Hace  80 años, más o menos, los trabajos que existían en el pueblo eran el monte, el ganado y la agricultura. Las familias eran en general muy numerosas: 5, 6 , 7 hijos y más. No había -a-rradio-, y mucho menos televisión, por eso se acostaban muy pronto y dormían más horas, salvo en el verano que tenían que madrugar para acarrear.

   

Los trabajos del campo eran muy duros, no había tractores ni medios mecánicos y las jornadas duraban todas las horas que el sol alumbraba. En el verano se trabajaba, incluso a veces, hasta algunas horas por la noche. Existía un tipo de arado, “braván”, que daba vuelta a la tierra, arrastrado por animales, bueyes. Para que fueran más rápidos, teníamos unos palos largos o pértigas y en uno de los extremos, llevaba un clavo de hierro, acabado en punta y servía para dominarlos, aligerar el paso, se les clavaba por detrás. ¡la pértiga era imprescindible!

     Entonces no se utilizaban en el campo productos herbicidas o insecticidas, todo era natural y la fruta estaba sana. Ahora al revés hay que buscar la fruta agusanada, porque si está el gusano, es que no se ha utilizado ningún producto químico, posiblemente nocivo para la salud y si escoges la sana…

En las tareas del campo, lo que más se usaba era la azada, layas… y en la recolección del cereal, la hoz y la guadaña. La siega y la trilla eran unos trabajos muy duros.

La trilla era durísima también. Se hacía en las eras con trillos y animales que los arrastraban. Las eras eran unos terrenos llanos de unos 500 metros cuadrados  y con la tierra muy apretada y compacta. Por la mañana temprano se traía del campo el cereal, la mies y se tendía de forma circular en la era para que le diera el sol. Cuando estaba caliente se empezaba la tarea, empleando una o más caballerías que arrastraban  trillos de madera con una especie de sierras metálicas en su parte inferior y que los animales hacían girar por encima de la mies. Al cabo de media hora… , se le daba vuelta a la mies con horquillas de madera  y se repetía esta operación varias veces hasta que la mies se desprendiera de la espiga. Solían trabajar todos los miembros de la familia que eran bastantes y algún invitado más... Seguidamente la mies mezclada con la paja ya molida, se recogía en un montón y cuando salía  el viento norte, se levantaba con “a-l-vientos”, entonces la paja quedaba sobre dos metros más adelante, lista para recogerla y emplearla después para pienso de los animales y para la cama de ellos. El grano se quedaba separado de la paja y limpio. El problema venía cuando el cierzo no llegaba hasta el atardecer o amanecer, y entonces en vez de estar durmiendo, había que madrugar para hacer el trabajo con el viento. Una vez aventada la paja, el grano era llevado en sacos al granero y la paja en mantas de saco, al pajar.

    

 Cuando llegaron las máquinas trilladoras, algunas de estas tareas se suprimieron, pero también seguía siendo duro. Entre el infernal polvo que desprendía y el calor sofocante, todo el cuerpo se quedaba impregnado de sudor y polvo. Seguían cargando las sábanas de paja, que pesarían sobre 60 Kg. y sobre sus hombros y cabeza, las llevaban y en la mayoría de los casos las subían también al granero por unas escaleras de madera de unos 12 ó 15 metros de longitud, que por cierto eran peligrosas.

   Remolacha, olivas, uva … También había tareas como limpiar remolacha y coger olivas que eran desagradables por la época  del año en que se realizaba. Con el frío del invierno, las manos, moquita… se helaban, además hace casi 80 años apenas existían guantes pero trabajaba mejor sin ellos. La oliva se llevaba a moler al trujal y con la uva hacíamos el vino en casa, en el lagar con la máquina de prensar y las cubas y pellejos. Había pocas viñas, pero casi todos los vecinos tenían las suyas y éstas siempre estaban en turrutales secos y de tierra pobre, pero venían bien. (Turrutal del euskera  turrut = terreno pendiente y de poca calidad)

HUMOR

1 Un vasco a otro. "Oye Txomin ¿sabes que he leído en un periódico, que en este pueblo, de cada tres palabras que decimos, dos son tacos?
-¡Ostia, no jodas!.                                       

 2 ¡¡¡Teodoro!!! , cariño. -Yo también a ti, pero ¡¡¡Cornelia!!! , no me lo hagas ya nunca (?), porque no te perdonaré.

3 Un hombre se queja a su mujer, de que siempre que pasa delante del taller mecánico, alguien le grita ¡cornudo!. "No te preocupes, mi amor" le contesta la mujer, "ya sabes cómo es la gente".                                                                                                                                                   Al otro día el hombre vuelve a pasar por el taller mecánico, y la voz de siempre le grita: "¡Y además de cornudo, chivato!".

4 Sapiencia China. Los chinos, sí que saben beber bien: Hacen "chin-chin", brindando "cham-pan" y en un "chin pun", se lo beben todo.

5 Moribunda ahorradora. Una anciana moribunda (de las de antes), está en su lecho rodeada por todos los suyos, que quieren acompañarle en sus últimos momentos. El silencio es profundo, hasta que la moribunda dice en voz bajita;

-Apagad la luz de la habitación, que lleva ya mucho tiempo encendida y a final de mes....

INGENIO

INGENIO.

1 ¿Quién mató a Caín ? ¡No te equivoques, eh?