MECAGÜEN LAS PUERTAS DE LOS SEVICIOS DE BAÑO...

   ¡VAYA TONTERÍA!. 

-Pues sí. Pero claro, teniendo en cuenta que pasamos en él, bastante tiempo de nuestra vida, es bueno hablar.

Por ejemplo en el baño tenemos el
bidé, que como es conocido, todos lo usamos para lavarnos los pies o dejar las toallas y ropa sucia, mientras nos duchamos. Lo de lavarse nuestras partes íntimas es cierto, pero extraño. Primero porque es muy incómodo abrirte de piernas y sentarse ahí, apoyado en los bordecicos fríos. y segundo porque no se sabe qué orientación escoger: ¿Mirando al grifo o mirando al tendido?. Y no quiero hablar de los escritos en las puertas de los servicios públicos, porque sería interminable; sólo nombraré la frase universal que aparece en todos ellos: “Tonto el que lo lea”, que traducida al español correcto, sería más tonto, el que lo haya escrito 

Es muy curioso, cuando estamos en un bar y nos entran ganas de hacer las necesidades y vamos hacia los servicios; -claro que si en las puertas aparece el grabado o palabra de señora y caballero, se puede perdonar todo, pero si llegas a las puertas y te encuentras las formas más variopintas, empiezan los dilemas?  -miras una puerta y miras la otra, quieres buscar el letrerito de Caballeros y Señoras, que por cierto en muchas, sí que existen.          

Recuerdo en un bar, decorado al estilo de un coso taurino, que para acceder a los baños tenías en las puertas una montera y una peineta. Un día fui a Zaragoza y entré en una cafetería, fui al aseo y había en las puertas una corbata en una y en la otra un collar. Piensas y… hasta que caes: Jo, ¡una corbata y un collar!. Vale, -yo creo que soy corbata, así que, “padentro”.    
                                                                                                   

     Y es que la gente, quiere ser original, y a veces -se pasa de rosca-; por eso dentro de poco, irán sucediéndose, -la media, el calcetín-, -el puente sobre el río Kwai- etc, y bueno, ahora como es tan fácil cambiarse de sexo y proliferan a pasos agigantados, las unidades masculinas o femeninas y esas otras que no me acuerdo… eeeeeeh: ¡Ah, hermafroditas! -Pues, ¡ale!, sólo veremos el letrero, que como lo diría uno de mi pueblo, sería “andistintamente” y nadie se equivocará, ¡¡¡-Ale, todos padentro!!!

    
Nuestras necesidades primarias merecen también una atención y respeto y sobre todo aclaración unificada, porque la cerveza y calimotxos también están en nuestras vidas.

 NEANDERTHAL Y CROMAÑÓN NO SE ACLARAN.  

En Huarte, pueblo navarro cercano a Pamplona, aparecen en las puertas de los servicios -el Sol y la Luna-.

   En principio, hay que reconocer que el Sol y la Luna no se llevan bien. porque yo los he visto, y no quiero que se lo digais a nadie,  -pero no duermen juntos. Al anochecer cuando el Sol se acuesta, la Luna se levanta y anda de cuarto en cuarto… y claro, cuando se estrella, pasa lo que tiene que pasar: “Tú pallí y yo paquí”.  

  
Tienen prohibido incluso, mirarse hasta cuando se mudan, pero bueno, a mí me gusta así, porque dejan el futuro abierto para su eclipse, y éste, espera impaciente que los dos se fundan en uno sólo y así inventan otra nueva unidad familiar y si encima yo soy un Sol, pues ni te cuento.

  
Seguro que los representantes del Neanderthal y el Cromañón, están ahora en la Cumbre, dialogando, discutiendo, negociando, sobre -la aparición del hombre-, -sobre Adán y Eva-, sobre el mono, que lo que antes era,  ahora no es, ¡Menudo cacao tienen ahora con el “homo sapiens”!

    

 Pues sí, ni tanto…       ni tan cómico como éste que aparece en Barcelona

Y DALE CON LOS SERVICIOS PÚBLICOS

-Pues mira, en Pamplona he sabido, que existen muchos restaurantes de reconocido prestigio, y en las puertas de sus servicios, hay una cuchara y un tenedor grabados en la parte superior. Francamente a mí me lo ponen difícil ahora. Vamos a ver: -Imaginaos la cuchara y el tenedor. -A ver, con el tenedor se pincha y se coge, y con la cuchara se toma. ¡ Pues no caigooo!.

  
 Venga, otro razonamiento: -La cuchara y el tenedor hacen juego y casi siempre van unidos. Según sea la comida, puede ir solo el tenedor. -Pues mira, esto va mejor con la pareja actual y hasta tiene un algo muy actual, con eso del tenedor solo,  pero, jod. ¿qué tiene que ver eso con los servicios? –digo yo.  ¡ Pues no caigo tampoco!.

   Último razonamiento, y si no caigo, me aguanto, que no hay prisa:

    -Claro en los restaurantes, la cuchara y el tenedor son básicos, pero que los pongan precisamente en las puertas de los servicios, donde todos sabemos lo que hay…  ¡mmmmm!,  –¡no me huele nada bien!: -Aquí hay tomate-, y si no, tiene que haber productos procesados y elaborados artesanalmente, que hoy en día son muy apreciados. Porque, ¿qué quereis que os diga?, si no, hasta  se podría pensar, y perdonadme la expresión: -Que nos mandan a  tomar por el c….  

¡¡¡PUES NO CAIGO NI CAIGARÉ NUNCA!!!

alberto