depositario (persona asesora y defensora de los de derechos de los vecinos…)
El depósito (término) (lugar como piscina, muy frecuentado por la juventud)
desapuntar (borrarse de la lista)
desarriñonau (dolorido de cansancio)
Descansadero (término)
descosido (vestidos o ropas a los que se les ha roto o soltado el hilo de las costuras)
desmochar (descubrir las hojas del maíz etc y ponerlos en mazorcas)
deso (de eso) deso no me hables)
despelletar (quitar la piel del animal)
destalentao (alocado)
destermonar ( deshacer los termones)
destermonar ( deshacer los termones)
desus (de dar)
diabolo (juguete de un carrete que por medio de una cuerda atada a dos varillas giraba alrededor)
dientera (dentera)
dientista (dentista) (vete al dientista)
dominanta (se le llamabaa la mujer que le gustaba dominar a toda la familia)
Inspectores de escuelas de antaño...
Hace unos años, cuando en todos los pueblos había escuelas y no existían los colegios de concentraciones que hoy existen en España, además de los maestros, había una figura muy especial que era el Sr. Inspector, que siempre durante el curso, visitaba todas las escuelas para constatar la capacidad docente del profesor a través de los resultados de los alumnos y realizar un informe.
Llega un inspector a una escuela
Inspector: -¡A ver cuánto saben estos niños, que son tan guapos y tienen cara de listos! .
Maestro dice: –Pregunte a cualquiera: Mire, a ése mismo, que es un revoltosillo, "a Ceferino" (claro, el maestro sabía que era inteligente...).
Inspector pregunta: -¿Quén escribió el Quijote?
–Yo no eh?.
-Pero bueno ¿Quién lo escribió?
-Yo señor Inspector no he sido, ¡no he sido…!, (Casi lloraba).
El inspector alucinaba, sin saber por qué. Se dirige al maestro y le dice: Pero, qué pasa? , de qué va este niño?.
Maestro.- Mire Sr. Inspector, si Ceferino dice que él no ha sido, quede usted completamente tranquilo, porque es verdad. Lo conozco al chaval desde que nació.
¿-Qué le pasa, está usted bien?
El inspector desganado y aun sin saber qué hacer, trata de desahogarse con el sargento, contándole todo lo ocurrido.
El sargento, todo complaciente y convencido, le dice:
El sargento, todo complaciente y convencido, le dice:
“Quédese usted tranquilo, porque yo, sargento de este pueblo, le prometo, que el que lo haya sido, lo hemos de coger, ¡de nosotros no se escapa ni San Pedro!”
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