SENDEROS OCULTOS (ETXABARRI)

HACIA 1950, España era principalmente agrícola y ganadera; como no había salidas externas a puestos de trabajo, ni medios de locomoción, toda la juventud de los pueblos se quedaban en sus localidades, los pueblos estaban muy poblados y sobraban para realizar el trabajo casero las ¾ partes.                              

Quiero hablar del pueblo en el que viví toda mi niñez y juventud. Allí todos -arrimaban el hombro- en la ganadería, agricultura, carbonería, pastoreo, lanteguis etc. Era un tiempo en el que, ni los pobres de la ciudad y menos de los pueblos, podían estudiar. Los Estudios Superiores estaban sólo al alcance de algunas familias muy ricas. Además existían poquísimas Universidades Nacionales. (sobraban dedos de una mano), ni institutos. Nadie podía estudiar, salvo los conocimientos básicos de la escuela del pueblo.     

Sin embargo, hay que recalcar, que la única salida que podían dar a los hijos, era mandarles a estudiar para frailes, curas y a las mujeres para monjas. Fue un tiempo en el que estudiantes para Frailes y monjas, había a montones. Hoy, muchos de ellos, pueden dar testimonio. Se hablaba mucho de -"a vocación", pero yo creo que también había bastantes "mandangas".
Era ¡rrraro, rrraro, rrraro!, que no hubiesen frailes y monjas en cada familia. Aunque much@s después, la jiñaban...
Vamos a fijarnos en el trabajo dedicado a la ganadería, que existía, tal vez como el más importante en etxabarri, para la economía y consumo de cada familia. Como consecuencia de ello, el terreno pastoril y montesco estaba muy poblado de animales (vacas, yeguas, ovejas, cerdos, cabras). Diariamente, muchas personas recorrían todas las sendas, senderos y caminos, atendiendo e inspeccionando a su ganado. Casi todas las sendas conducían a Larraiza; por eso se conocían los senderos de Regalbar, Rulez, Espalza, Albiraldia, Bedaga, Puerto Eraul y un etc largo.

Actualmente, y esto lo saben muy bien los montañeros de Etxabarri que forman la la Sociedad Larraiza y que tanto éxito está teniendo con sus constantes salidas mensuales, casi todos esos senderos están desapareciendo, porque lógicamente, al no transitar ni los dueños de los ganados, machos carboneros, ni habitar los animales de antaño, y por tanto, el no de desaparecer las hojas, brotes, ramas, plantas tiernas que eran el alimento diario de las cabras, vacas etc., todas esas hierbas, plantas, arbustos y demás se están apoderando de los senderos y hay muchos tramos que ni se saben por dónde iban.
 Actualmente, Ignacio Bakaikoa, descendiente de Etxabarri, en sus ratos libres, recorre desinteresadamente con su moto, sendas y caminos, limpiándolos de arbustos y plantas que los ocultan y obstaculizan. ¡Muy buena acción, Ignacio! 

Me viene a la memoria algo que sucedió en un pueblo de Barcelona. Es un hecho verdadero y comprobable y quiero contarlo poniéndole algunas chispas de humor.

Todo esto, aunque parece, no tener importancia, pienso que la puede tener. Yo he conocido dos incendios de monte importantes en el pueblo: Uno en Azpileta, causado según los expertos por un rayo; fue una superficie quemada bastante grande, pero hubo suerte gracias a que el fuego en su camino encontró una zona bastante despejada. Yo me pregunto qué sucedería si algún día volviera a ocurrir algo parecido?.

BOMBERAS EJEMPLARES. En un pueblo de Barcelona, -Valldorex-, el Ayuntamiento ha contratado un gran rebaño de ovejas y cabras, aproximadamente sobre 600 cabezas, para prevenir contra cualquier incendio forestal, que se pueda producir en el verano y los resultados hasta la fecha, son visibles y óptimos.

 Cada animal come al día, aproximadamente sobre tres Kg. de hierba hojas combustibles, brotes etc. El Ayuntamiento donó al pastor el corral y demás acomodos para su vivienda. Los vecinos están muy contentos, porque la limpieza de combustible ha desaparecido, hasta de los lugares colindantes a las casas y disfrutan su paisaje por haber podido sustituir los palos, cubos, cortafuegos, hidroaviones, por las raíces, algo olvidadas ya por los vecinos; y es que las raíces nunca se pueden quemar. Las ovejas y las cabras están trabajando sin sueldo, se conforman con el sustento y no protestan ni hacen huelga y además las pobres, hasta sufren malos tratos psíquicos y físicos, por el que dicen que es el amigo del hombre ¡Pues vaya amigo!; y como en estos tiempos, está de moda lo de los -micro chips-, resulta que para controlarlas, si trabajan o duermen, les colocan en el cuello los -micro chips cencerros- y claro luego se quejan de que las cabras y las ovejas, a veces -hacen mala leche-; porque, ¡se puede ser bueno, pero  toonto!;   

No es extraño que una gran artista española, muy querida por algunos, diga -¡Ay oveyiitas míias, sois mi niiiñas, mis chiquíyas, mis tesoro, os quieroooo!

Algunos se olvidan pronto de las costumbres antiguas y tradicionales y así les va; pero otros acuden a ellas y triunfan con sus animales de corrales, llenos de cerdos, burros, como el Koala, un tipo con pinta de -cazurro marranero-, que lleva ya un largo tiempo sonando por todos lados y que sabe bien lo qué se hace y se está forrando como ninguno; y yo me pregunto ¿es malo aparecer como -aldeano corralero-?. Las apariencias engañan. ¡Tú sí que sabes, tío! ¡Opa, me quito el sombrero! ¡Ánimo amigo Koala!. ¡Y qué caramba!, ¡ahora no me importa decir y con honra, ¡que estoy como una cabra!, y me vo ase un corra, con borrico pa rebuzna.

HUMOR

1 Mi vida es un infierno. Vengo de una familia estúpida: En la guerra civil mi padre luchó con los rojos. Mi padre fue un imbécil. Trabajaba en un banco y tenía buena posición, pero como era más tonto que Pichoto, pues nada, que se le ocurrió un día, por bobo, robar unas mierdas de cajas de bolígrafos en su propio Banco y claro lo atraparon.
Cuando nací, el doctor fue a la sala de espera y le dijo a mi padre:
- Felicidades, salió.
- ¡Y la madre que la parió! -dijo mi padre.
- Ella se encuentra perfectamente, respondió el doctor.
- Que no me entiende.
- Claro que le entenderá ahora con la ilusión de nuevo hijo -dijo el doctor.
Pronto me di cuenta pues, de que mis padres me odiaban. Una vez me perdí. Le pregunté al policía, si creía que íbamos a encontrar a mis padres y Me contestó: no lo sé chaval, hay demasiados sitios, donde ellos se pueden esconder .
Otra vez me secuestraron y los secuestradores mandaron a mi padre un trozo de mi dedo. Mi padre les dijo que quería más pruebas, y ¡mi madre!, mi madre dijo: Yo si es dar por dar, yo no doy nada .
El último deseo de mi padre moribundo fue que quería morir, abrazando a su hijo, sentado en su regazo: Estaba en la silla eléctrica por la condena del robo de bolígrafos, con asesinato incluído. ¡Claro que no le hice caso!.
Un día me llamó una chica a casa diciéndome: ven a casa, no hay nadie . ¡Joer. (dije yo) los dos solitos!. Cuando llegué a su casa, no había nadie.
Ahora estoy casado, y a mi mujer le gusta hablar conmigo, después de hacer el amor; pero me habla siempre por móvil, desde un hotel.
Un día el psiquiatra me dijo si me estaba volviendo loco?. Yo le dije que quería saber cómo me veía él, y me dijo que -un poco lunático-.
En vista de que mi vida era una pesadilla insoportable y no merecía la pena vivirla, ingerí un frasco entero de tranquilizantes, pero me removieron el estómago y lo vomité todo. Intenté de nuevo suicidarme, tirándome desde un décimo piso, y para que todo fuese milimetrado, contraté a un juez de atletismo para ayudarme. Sus palabras fueron: -preparado-listo-ya-, pero todo el rascacielos estaba lleno de tendederos de ropa, toldos y otros estorbos y llegué al suelo -trinqui-tranca-, sólo con magulladuras. Pero fue guay, porque salí hasta en la prensa y además mi mujer, a la que nunca la veía ya, me llamó por teléfono, preocupándose por mí, diciéndome: La próxima vez, tío, mira primero, qué cosas hay por donde vas a caer. Estoy confuso y aturdido: ¡Ni puedo vivir, ni puedo morir!. .....................................................................................................................................................
2 INGENIO. 

Un prisionero está encerrado en una celda, que tiene dos puertas, (amarilla y azul) una conduce a la muerte y la otra a la libertad. Cada puerta está custodiada por un vigilante. El prisionero sabe que uno de ellos siempre dice la verdad, y el otro siempre, siempre miente. Para elegir la puerta por la que pasará, sólo puede hacer una pregunta a uno solo de los vigilantes.
¿Cómo lo hará?. Te doy una pista importante. A uno de los vigilantes le podría hacer el prisionero esta pregunta: Oye tú, ¿Sí yo le pregunto al otro vigilante, por qué puerta tengo que salir, qué me respondería?-    ¿Cómo puede salvarse?.  (Venga, demuestra que eres inteligente)